"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

25 de abril de 2018

El santuario del Opus Dei: Torreciudad


Como muchos ya sabréis, el centro oficial reconocido de culto y peregrinación del Opus Dei y para los creyentes en general es el Santuario de Torreciudad, en la población de Secastilla, una espectacular construcción promovida por el fundador de la orden, San José Mª Escrivà de Balaguer y construida por Heliodoro Dols allá por 1975 en sustitución de la antigua ermita, en la cual se empezó a rendir culto a la Virgen de Torreciudad ya sobre 1800. Forma parte de la Ruta Mariana, junto al Pilar, Montserrat, Verge de Meritxel (Andorra) y Lourdes (Francia).
Si algo llama la atención del santuario es, además de su vasta explanada, las curiosas columnas que se sitúan justo a la entrada, en el porche de la iglesia. De forma ascendente y con motivos indefinidos en la parte principal y humanos en la superior, llaman poderosamente la atención del visitante.


Teniendo en cuenta que estamos en Aragón, los materiales más empleados son, como no, el ladrillo visto para la construcción propiamente dicha y el alabastro, mucho más delicado y frágil, para las ventanas y especialmente, el retablo del Altar Mayor, obra de Joan Mayné, de un tamaño inmenso y en el cual se representan escenas de la vida de la Virgen María. Abajo en el centro encontramos la talla románica que representa la Virgen de Torreciudad.
Como es habitual en pórticos de esta zona, en el centro de éste encontramos un óculo,


Desde el interior, el diseño sigue imponiendo un respeto, seguramente buscado, por su pesada contundencia a base de ladrillo y sin prácticamente ninguna abertura. Como podéis ver, a la izquierda del altar encontramos una representación dorada del fundador del Opus, añadida en 1994.


La única luz que entra en el templo la encontramos en la pared trasera, la cual presenta una especie de celosía la cual deja traspasar un poco de claridad, aunque rota al instante por cuatro inmensas columnas del mismo estilo que las del exterior.
En la planta superior se encuentra el órgano, bastante conocido por un festival de música que se celebra en agosto y poseer más de 4000 tubos. ¡¡Ahí es nada!!


Por ambos laterales del presbiterio accederemos a una pequeña sala donde se expone el retablo de la Virgen o el llamado "paso del medallón". Bajo dicho retablo y rodeado de mármol verde, se expone el medallón que besan los fielos para alabar a la Virgen y que es el mismo que antaño llevaba colgado del cuello con una cinta y besaban los romeros.


Saliendo al exterior y justo debajo de la nave principal encontramos la cripta, en la que tenemos multitud de confesionarios, tres capillas, aunque realmente hay una cuarta dedicada a la Sagrada Familia y especialmente destaca una colección de más de 400 imágenes de la Virgen, enviadas o traídas ex-profeso desde cualquier punto del planeta por peregrinos.


Saliendo de la explanada del templo, pasado el párking, encontraremos el camino que nos llevará hasta la antigua ermita, ahora restaurada, y en la cual aun se puede apreciar el retablo que alberga en su interior.


Aunque seguramente lo que más nos llamará la atención serán las imponentes vistas que desde aquí nos ofrece el embalse, la presa del cual veremos más adelante en nuestro camino de vuelta a casa.


Si después del recorrido os sobra un ratito, podéis aprovechar y visitar las cercanas poblaciones de Secastilla o la Puebla de Castro, que aun guardan alguna reminiscencia medieval, con pasadizos en sus estrechas calles o puertas de entrada a la población.


Deshacemos el camino y enfilamos la ruta de vuelta y como os decíamos antes, pasaremos justo al lado de la presa de El Grado. Os aconsejamos parar al lado de la carretera y bajar del coche un momento. Os parecerá un poco absurdo el recomendar una presa pero parece tan al alcance de nuestra mano y coincidió que estaba desembalsando agua por una de sus compuertas laterales, que valió realmente la pena estarse un buen rato contemplando el espectáculo. 


Desde El Grado nos dirigimos ya para finalizar hasta el pueblo de Naval, donde podremos visitar la colegiata de Santa María la Mayor, obra de estilo gótico del S.XVI.
Después de una fuerte subida, toda de adoquines, llegaremos a su puerta principal y si bordeamos su sólida construcción observaremos con mejor perspectiva sus líneas y su campanario.

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