Con motivo de Todos los Santos, nos acercamos a Toledo capital a deleitarnos de la belleza de sus monumentos y el misterio de sus estrechas calles pero esta vez fuimos de noche y os podemos asegurar que la experiencia no decepciona lo más mínimo. Si uno está acostumbrado a gozar la ciudad de día, al caer el sol ésta se convierte en todo un espectáculo de luces y sombras que nos dejó con la boca abierta...una vez más.
Y como bien dicen, una imagen (o varias) valen más que mil palabras. Por ello seremos consecuentes y os dejamos exclusivamente las diversas instantáneas que sacamos durante nuestra visita. Esperamos que las disfruteis tanto como nosotros.
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