"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

11 de diciembre de 2017

Pont del Diable, ingeniería romana


Situado en medio de un bosque, se abre de repente ante nuestros ojos el imponente Pont del Diable, o Acueducto de les Ferreres, sorprendiendo hasta a los menos interesados en este tipo de patrimonio, en la cultura o la historia.


Construído por los romanos en la época de Augusto, en el S.I a.C.para suministrar agua a la ciudad de Tarraco desde el actual río Francolí, estuvo en uso hasta buena parte del S.XVIII.
Era, y es, tal su magnificencia que las gentes creyeron que había sido obra del diablo (de ahí su sobrenombre). Pero no, fue únicamente obra del hombre en su afán por dominar y controlar un bien tan escaso y preciado como era, y es, el agua.


El acueducto se sitúa a unos 4 kilómetros de la capital catalana. Combina un exquisito gusto en su construcción, dentro de la sobriedad, con la practicidad que requiere una obra de este tipo. Tiene una longitud de 217 metros y una altura de 27 metros en su punto más elevado, repartiendo dicha distancia en dos niveles de arcos construidos con sillares unidos en seco.
Uno se imagina como debió ser su construcción, con el ruido de las piedras al ser picadas, las poleas para elevarlas y especialmente, el sonido del agua cuando recorría el canal superior.


Dicho canal presenta un desnivel de 40 centímetros entre su extremo norte y el sur, suficientes para que el agua salvase los 217 metros que hemos citado antes y siguiera su curso hacia Tarraco.
Ahora se hace realmente curioso pasar caminando de un lado a otro e imaginar que por allí corrió agua siglos atrás, por esas doradas piedras de origen mediterráneo y grandes imperfecciones a causa de la erosión.


Además del puente en sí, descubrimos en uno de sus arcos la recreación de un pequeño pesebre, suponemos que tradición de los encargados del lugar el instalarlo cada año por Navidad.


Partiendo de uno de sus extremos encontramos una pasarela de madera que nos llevará por un instante a un área de descanso de la carretera y en la cual tenemos un gran mirador con vistas a todo el bosque con el acueducto sobresaliendo al fondo. Fantástica estampa.


Y por supuesto, la única canción que correspondía dejaros es la famosísima del grupo catalán Els Pets "Tarragona m'esborrona", en la letra de la cual se hace mención expresa del puente que visitamos.

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