Una escapadita bastante cercana a nuestra "base de operaciones" ya que, tal y como está el patio, no quisimos arriesgarnos en exceso pero teníamos mono de salidas. Esta nos llevó a la población de Torà, en Lleida, para realizar un suave recorrido siguiendo el río Llobregós hasta llegar a la Font dels Dolors (Fuente de los Dolores).
Curiosamente se puede llegar al lugar en coche pero ¿dónde estaría la gracia entonces? Por ello aparcamos en lo que parecía la plaza Mayor del pueblo, preguntamos a un par de chicas y nos dijeron que la forma más fácil era coger desde allí mismo la c/ La Clota hasta el final, cuando se acaba y nos queda una casa a nuestra izquierda y un pequeño sendero enfrente nuestro, con la carretera discurriendo por encima de nuestras cabezas.

En un primer momento creímos haber equivocado el camino ya que no se aprecia río ni nada que se le parezca. Eso sí, la vegetación es frondosa como si de su ribera se tratase. Y es que realmente el río sí discurre por allí, aunque con tan poco caudal que llamarlo río es bastante optimista.

Eso sí, de vez en cuando se podía ver un poco más de agua, turbia la verdad sea dicha, pero que al menos nos recordaba un poco el motivo de nuestra salida.


En unos 10 minutos caminando tranquilamente llegamos a un claro rodeado de grandes árboles que es la llamada Font dels Dolors, antes de la cual, justo a su entrada encontramos un pequeño vallado y un estanque que contiene nenúfares.
Se trata de una especie de zona de pic-nic rodeando la fuente, muy tranquila y con varios bancos dispuestos a los lados para sentarse a descansar, leer o lo que apetezca.
Vimos que por la esquina contraria a la entrada el camino parecía seguir, el cual nos lleva un poco más adelante hasta un tablón dispuesto para cruzar el agua y después de trepar un poco por unas rocas sin ninguna dificultad, volvimos a Torà por el lado contrario de donde vinimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario