¿Aun no practicáis el "plogging"?

Empecemos por tener claro un concepto: como especie somos (permitidnos la licencia) lo puto peor. Obviamente estamos generalizando pero no es normal la ingente cantidad de plásticos y otros residuos que se tiran al mar, ¡QUE SE TIRAN!, no se caen ¡nooo! y que dentro de muchos años aun seguirán allí. Aunque tampoco sé de que nos extrañamos si basta con salir cualquier día al campo, la playa o a la montaña y en cualquier rincón encontraremos restos de "civilización". Y a más personas, de momento las llamaremos así, más basura.
Es urgente no, crítico, cambiar nuestros hábitos para contaminar lo mínimo posible y desde luego, no ensuciar lo que no tiene porqué. Y si podemos ayudar a intentar reducir los residuos acumulados hasta ahora, mejor que mejor. Y de eso trata esta entrada: el plogging.

Movimiento nacido en Estocolmo iniciado por un grupo de personas que se juntaban para correr y decidieron ir recogiendo la basura que encontraran durante su trayecto. Su nombre se debe a la contracción de la expresión sueca plocka upp (recoger del suelo) y jogging (correr de forma pausada).

Este fenómeno se ha ido extendiendo por multitud de países y se reduce a algo tan sencillo como, al mismo tiempo que sales a correr, llevarte una bolsa para ir recogiendo botellas, latas, etc...que encontremos a nuestro paso que, aunque a algunos les parezca inaudito, dicha basura no desaparece por arte de magia y tardará muchísimos años en desaparecer.....seguramente después de nosotros.

Ejemplos sin fin: una bolsa de plástico tarda hasta 30 años en descomponerse (algunas botellas casi 500 años), una simple colilla 5 y una lata ¡¡hasta 400!!
De lo poquito a favor es que, aunque muy lentamente, las personas nos vamos concienciando del problema y este movimiento se une a otros igual de vitales para la vida de nuestro planeta como la recogida de "basuraleza" (basura tirada en plena naturaleza), organizada por el Proyecto Libera, que coordina una ingente cantidad de voluntarios en nuestro país dedicados a tal fin.
Esperemos que no hayamos superado el punto de no retorno y ya sea demasiado tarde para nuestro planeta porque, por si alguno lo había olvidado, de momento no tenemos otro sitio donde meternos.