Situada en un llano cercano al pueblo de Arbeca (Lleida), esta fortificación defensiva íbera construida hace 2800 años aprox. (del 775 a.C. al 325 a.C.) era prácticamente inexpugnable.
Els Vilars, a diferencia de algún otro asentamiento de este tipo, siguió habitado de forma continuada durante más de 400 años. Posteriormente y con el contacto con otras culturas más o menos cercanas. sus habitantes sufrieron un proceso de iberización convirtiéndose en lo que los antiguos escritos describen como pueblo ilergeta.
Cuando llegamos nos encontramos con un paisaje desolador ya que la zona aun presentaba los daños sufridos por la borrasca Gloria pero en contrapartida, se veía inundada la mayor parte del foso que protegía la fortaleza, tal y como siglos atrás se supone debía estar en realidad. Así que, dentro de lo malo, ganamos algo de veracidad.
Nos recibe un antiguo guerrero íbero, una reproducción situada justo al principio del recorrido, a tamaño real en hierro fundido y trabajada hasta conseguir una forma más o menos humana. Podríamos decir que es el que nos cobra la entrada de 3€ pero no, ésta se paga en una caseta de madera unos metros más atrás.
El asentamiento fue descubierto en 1975 aunque por falta de presupuesto no fue hasta una década después que se iniciaron las pertinentes excavaciones y adecuaciones de la zona.
En 1998 fue declarado Bien de Interés Nacional, lo cual siempre ayuda a la hora de conseguir subvenciones, etc...
Fijaros en la curiosa disposición de unas losas verticales clavadas en el suelo a modo de defensa para así entorpecer el máximo posible el avance de cualquier enemigo que quisiera asaltar la fortaleza.
Estas protecciones las encontramos en dos zonas de todo el perímetro.
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