Un hospital de cartón...¡de más de un siglo!

Y nos creemos unos modernitos por comprar en Ikea. ¡Ni que hubiesen inventado la sopa de ajo!

Hace más de un siglo ya se "montaban" edificios casi como ahora montamos un armario de esta famosa cadena sueca.

Como lo oís; este hospital sigue en pie después de más de cien años y está construido enteramente a base de un armazón de madera revestido con paneles de cartón. Y no olvidemos que, para más mérito, está situado en pleno Pirineo con lo cual, invierno sí, invierno también, ha soportado las lógicas nevadas de esa zona de Catalunya.

Para llegar a la Torre de Cabdella y su central hidroeléctrica, motivo de construcción del citado hospital, llegaremos hasta Balaguer y allí tomaremos dirección Tremp/Camarasa atravesando diversos embalses como el último citado, el de Terradets o el de Sant Antoni hasta llegar a Pobla de Segur. En la rotonda del final del pueblo seguiremos recto y a unos pocos kilómetros encontraremos el pueblo. Nada especial y sólo tenéis que atravesarlo y seguir unos 5 kms.más arriba hasta los edificios de la central. Pasados éstos, a mano izquierda y en un pequeño montículo, detrás de unos barracones, encontraremos nuestro destino: el hospital de cartón.

Aunque actualmente se encuentre semi-derruido, se aprecia perfectamente su formato de construcción. Está protegido en todo su perímetro por unas vallas que no permiten el acceso a su interior ya que se rumorea la idea que el Consistorio pretende restaurarlo. Veremos donde terminan esas buenas intenciones.

Los barracones que lo rodean en principio parecían habitados ya que había animales y un huerto en el exterior pero no vimos rastro humano en ningún momento. Nosotros más tranquilos y tampoco molestábamos a nadie husmeando por todos los rincones medianamente accesibles.

El edificio está compuesto por dos alas, una más pequeña destinada a las curas propiamente dichas y la más grande, en la que se habilitaron camas por si algún enfermo o accidentado tenía que dormir allí. Pero.....nos hemos olvidado lo más importante. ¿Por qué narices se construyó un hospital ahí donde el aire da la vuelta y aun peor, de madera y cartones? Os lo resumimos en pocas líneas.

Cuando se empezó la construcción de la central los accidentes laborales o enfermedades estaban a la orden del día. Como quiera que trasladar a los trabajadores hasta el hospital más próximo retrasaba muchísimo la obra, se decidió acudir a la empresa germano-danesa Christoph&Unmack, especializada en construcciones prefabricadas ya por aquel entonces. Se les expuso la necesidad de construir un hospital en plena montaña para poder atender a los obreros in-situ y así el proyecto vio la luz.
Si queréis aprovechar el viaje, casi mejor por la mañana ya que es a horas concertadas, podéis visitar en la cercana población de Salàs de Pallars un conjunto de tiendas antiguas conservadas completamente como antaño. Como nos acordamos de ellas ya por la tarde sólo pudimos ver las puertas de entrada a alguna de ellas. ¡¡Imperdibles!!