"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

18 de febrero de 2013

Montblanc, villa medieval

Aprovechando que el domingo amaneció soleado decidimos visitar la cercana población de Montblanc, la cual hace gala de un tiempo a esta parte de su pasado medieval, el cual está promocionando a nivel turístico de forma especial.


Cabe destacar la diferenciación total entre el casco antiguo y la parte nueva de la ciudad. Nos fuimos directamente al primero, atravesando la muralla que debió proteger a sus habitantes en su día de ataques del exterior.


Paseando por sus angostas calles, en cualquier rincón se podía encontrar alguna reminiscencia del pasado caballeresco de la población. Aquí como podeis ver, grabado en piedra.


Perdidos voluntariamente, llegamos sin saberlo a la iglesia de Santa María, magnífica construcción y magnífica plaza con su suelo empedrado, formando dibujos circulares y formas perfectamente definidas en blanco y negro.


Como se puede apreciar grabado en la preciosa puerta de acceso, cerrada a esas horas, imaginamos que la iglesia fue construida en 1684.


Algo que nos llamó poderosamente la atención es la cantidad de imágenes religiosas que se encuentran en plena calle, en pequeños "altares" practicados en la pared a tal fin.


Vale realmente la pena dedicar una mañana a visitar Montblanc y sumergirse en su pasado medieval. Y si a la vuelta haceis como nosotros, una recomendación para comer: el restaurante El Grèvol, en el cercano pueblo de Vimbodí. Comida con ingredientes caseros, de calidad y a un precio más que asequible.
 

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