"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

30 de julio de 2012

Plaza del Pilar

Escapada de sábado y domingo los cuales, gracias al AVE, pudimos aprovechar al máximo y gozar de las maravillas que nos ofrece una ciudad como Zaragoza.
Mi chica, un auténtico fenómeno en la labor de encontrar buenos hoteles por internet a un precio asequible, reservó habitación para este viaje en el IBIS Centro (http://www.ibis.com/), del cual quedamos realmente encantados. El trato del personal en el check-in fue muy atento y la limpieza de las instalaciones y de la habitación realmente correctos; ésta última era bastante espaciosa y tenía un baño tipo cabina muy completo con una ducha semicircular con mamparas de lo más curiosa.
En el hall del  hotel se dispone de una cafetería-sala de estar así como de una mesa con un pc para conexión a internet de los huéspedes, aparte como no de wifi gratuita.
Una vez instalados, haber comido y descansado un poco, salimos a pasear por la capital maña. La ventaja de nuestro hotel es que está situado casi enfrente del Puente de los Leones, el cual cruza el Ebro y desemboca prácticamente en la mismísima Plaza del Pilar.

Las vistas nocturnas de la Basílica son sencillamente espectaculares, como un castillo de cuento. Sus múltiples torres y cúpulas, en especial las de tipo bizantino, recubiertas con azulejos de colores tan dispares como el blanco, el azul y el amarillo, de inspiración mudéjar, generan una imagen casi irreal.
Aquí podemos ver la parte izquierda del edificio.....


.....y aquí la parte derecha del mismo.


Aquí podemos apreciar la cúpula central, la cual recubre el espacio abierto frente al altar mayor. También podemos apreciar parte de su fachada, la cual pertenece al estilo barroco aragonés.

 

Y como no, también un detalle del imponente retablo situado en el centro de la fachada exterior, obra de Pablo Serrano y finalizado sobre 1961, el cual hace referencia a la aparición de la Virgen en el lugar.



Cuando conseguimos desengancharnos del embrujo del Pilar, seguimos plaza abajo hasta llegar al eje comercial. Justo al principio de nuestro paseo, en la parte posterior de la Basílica, solo cruzar la calle hay un pequeño embarcadero para tomar un barco y realizar un recorrido por el río Ebro. Al lado de sus aguas hay unas terrazas y esa noche justamente algún grupo de la ciudad estaba cantando jotas.


Ya tarde, y después de haber cenado en una terracita, decidimos volver al hotel a descansar, de nuevo atravesando el Puente de los Leones y ésta es la vista trasera de la Basílica desde encima de la pasarela. ¿A qué nadie diría que esto lo tenemos en España? Pues sí!

Aquí ya al día siguiente, de visita en el interior de la Basílica. Sí, lo sabemos, está prohibido hacer fotos, pero ¿cómo podríamos ilustrar estas líneas sin algunas de ellas hechas a escondidas?
En esta podemos apreciar la figura de La Pilarica, realmente minúscula para la majestuosidad del templo que la alberga en su interior.


                                  

En el interior del Pilar y dispuestas a ambos lados de la nave principal, nos encontramos con varias capillas, entre las que podemos citar la de San Lorenzo, Santa Ana, San Pedro de Arbués o la de San Joaquín, a la cual seguramente pertenezcan estas pinturas, que dedujimos con mi pareja que con gran probabilidad podían ser de Goya.



Aquí podemos ver uno de los retablos que presiden el altar de otra de las capillas citadas anteriormente. Es realmente admirable el trabajo tan extremadamente detallado que los artistas proferían a sus obras, teniendo en cuenta las herramientas de la época.



Saliendo de la Basílica y perdiéndonos por las múltiples callejuelas alrededor de ésta, se abrió ante nuestros ojos un precioso templete de llamativas estatuas doradas en su fachada. Era la Iglesia de San Cayetano, también conocida como de Santa Isabel de Portugal, infanta de Aragón y casada con el rey Dionís del citado país. Esta fue canonizada en 1625, lo cual provocó que su culto enraizase rápidamente por toda la región.
La fachada es magnífica por su riqueza y profusa decoración. Las torres enmarcan toda una estructura, en gran parte solapada por tan recargada ornamentación, con un estilo único en la ciudad por lo que pudimos comprobar.



En consultas posteriores, nos enteramos que al construir dicha iglesia se buscó conseguir una serie de efectos cromáticos empleando distintos materiales como la piedra negra para los elementos arquitectónicos, la ocre para los decorativos y alabastro blanco para los fondos.
En la hornacina superior que aparece en la foto se sitúa la representación que da nombre a la iglesia, Santa Isabel de Portugal.
Aunque no pudimos acceder al templo, nos enteramos que en su interior reposan los restos de Don Juan de Lanuza, Justicia Mayor, trasladados allí en 1914 desde la Casa Consistorial, así como también alberga la imagen del Cristo de la Cama.


De vuelta a la plaza principal nos llamó la atención un edifició el cual, a la vista de las banderas, tenía que ser algún estamento oficial. Finalmente nos enteramos que era ni más ni menos que el Ayuntamiento, construido en 1965, con una planta baja en porches y una superior y su alero, inspirados en los vanos de la Lonja.
Si algo nos impuso casi respeto al acercanos al edificio fueron las dos estatuas de bronce que custodian la puerta principal, que representan a San Valero y al Angel Custodio.


Muy cerca del anterior edificio, a un lado de la plaza, fuimos a visitar La Seo, aunque llegamos ya fuera del horario de visitas. Otra vez será...
La primera construcción data del S.XII, en estilo románico. Más adelante, ya en el S.XIV se construyó de nuevo el templo, esta vez en estilo gótico. En su construcción, cosa poco habitual, se usó el yeso y el ladrillo, una herencia mudéjar.
En la fachada destaca el muro de la capilla de San Miguel y sus ventanales góticos. El interior de la catedral alberga hasta 16 capillas decoradas en diferentes estilos. 


A pesar de tanta visita y estar cansados de caminar, quisimos volver a admirar la grandiosidad del Pilar. Si la noche antes era impactante por sus juegos de luces, de día lo es por la rotundidad de sus volúmenes.



Un trabajo realmente magnífico y que el día anterior no habíamos observado son las figuras, ángeles nos parecieron, que rematan la puerta principal de entrada al templo.


Aquí podeis contemplar el puente de los Leones y el río Ebro en una imagen captada desde las terrazas que quedan casi a pie del agua.


Otra escapada más y otro post más. Algunos apuntes destacables; si vais paseando por la plaza y os para, así sin más, una gitana (rumana muy probablemente) con la excusa de leeros la mano, os la coge al uno, al otro, después la otra mano, la del otro, que si una ramita de noseque..... ¡no dejéis ni que se os acerque! ¡Timo al canto! Os pedirán 20€ por cada mano, o sea que multiplicad por 4 y sacad conclusiones.

Y una recomendación culinaria, sobre todo para los amantes del jamón: casi al final de la calle comercial hay un pequeño local de dos plantas llamado COME-JAMON, en el que por un módico precio preparan unos deliciosos bocadillos de, como no, jamón a elegir entre 5 ó 6 tipos diferentes y que pudimos degustar en la parte de arriba. Todo un placer para el paladar. ¡Hasta la próxima!

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