"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

15 de agosto de 2021

Por los alrededores de Ainsa

Poco a poco recuperamos el ritmo de escapadas y también, lo reconocemos, su publicación para todos vosotros, que la falta de tiempo nos hacía tener esto un poco dejado de la mano de Dios.
La siguiente salida que os proponemos es por la zona de Ainsa. Algunos quizás recordareis que hará un par de años ya visitamos esta población, considerada una de las más bonitas de España y de lo que podemos dar fe sin ninguna duda. Ese viaje lo destinamos a realizar la ruta hasta Broto para disfrutar de la Cascada del Sorrosal, de allí al pequeño núcleo de Oto y ya de regreso parada en Ainsa de nuevo.

Es por ello que en éste que nos ocupa, aunque nuestra base para el fin de semana fuera este precioso pueblo, lo dedicamos a recorrer justamente todos los pueblos que lo rodean, desde Torla hasta Boltaña, entre otros, obviando los antes citados.
Aunque el clima en principio no nos tenía que acompañar en exceso, al final se portó y además el entorno lo compensaba de largo con paisajes maravillosos y pueblos detenidos en tiempos pasados.


Después de rematar el sábado paseando y cenando en Ainsa, nuestra primera visita el domingo después de un excelente desayuno de buffet en el muy recomendable Hotel Apolo fue el pueblo de Torla, el más alto de todos los de nuestro recorrido. Sus calles y casas, con balcones rebosantes de flores, nos dejarán boquiabiertos y con ganas de seguir caminando entre ellas.


Desde un pequeño mirador en su parte más alta, somos testigos de las privilegiadas vistas al valle que disfrutan en Torla. Estamos seguros que ya sea verano o pleno invierno, el disfrute visual es igualmente extraordinario.


Nos encontramos muy cerca de la iglesia de la localidad, con una amplia zona ajardinada y unas enormes y curiosas piedras circulares apoyadas en uno de sus muros.


De Torla empezamos a bajar por la misma carretera para detenernos en el pequeño núcleo de Sarvisé. Construcciones típicas de la zona y una subida empedrada hacia unas ruinas que finalmente no hicimos pero que os recomendamos si vais bien de tiempo.


Vuelta al coche y después de visitar el minúsculo Fiscal, llegamos a Boltaña, población que ostenta el casco antiguo más grande de todo el Pirineo Aragonés. De visita obligada la Colegiata de San Pedro, del S.XVI.....


.....y ya en las afueras, el Monasterio del Carmen, también llamado el Convento. Construido en 1651, fue durante 70 años, un sanatorio además de iglesia, para acabar convirtiéndose en un hotel-balneario de 5*. Y aquí termina nuestra escapada. Esperemos que la podáis disfrutar igual que nosotros.

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