Entrar al detalle de la parte romana de Tarragona capital se nos antojó tarea imposible, al menos para nuestro conocimiento. Construcciones tan colosales como el Circo romano, el Anfiteatro, las murallas que los rodean y te vas encontrando por toda la ciudad, etc... son muestras más que suficientes para, sólo con el esplendor de sus imágenes, transmitir una pequeña parte de esta zona de Catalunya.
A pesar de que el Anfiteatro, sede de cientos de cruentas muertes de gladiadores, estaba en obras y buena parte no era accesible, sólo dejando volar la imaginación nos pareció ya algo sublime.
Justo enfrente encontramos el Pretorio y Circo Romano, destinado a las carreras de cuadrigas. Ello y las piezas que alberga en su interior nos siguieron dejando boquiabiertos.
Y si aun nos quedan ganas de caminar, podemos acercarnos a visitar la señorial Casa Canals, residencia de los nobles del mismo apellido y convertida ahora en casa-museo. Altamente recomendable como cualquier otra de las muchas que podemos encontrar en Tarragona.
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