"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

24 de octubre de 2018

Bosque pintado (¡¡de setas!!) de Poblet

Hoy os planteamos una escapada bastante sencilla, ideal para realizar con niños ya que se lo pasarán en grande buscando en el bosque qué árboles se encuentran con enormes setas pintadas en su corteza, tarea que en principio parece sencilla pero que si no llevamos un poco de guía previa nos puede complicar la salida más de lo necesario. Pero ya llegaremos a eso.
De momento tenemos que llegar hasta el municipio tarraconense de Vimbodí y justo a la entrada de éste, en una rotonda, coger la TV-7004 y después la TV-7003 en dirección a Poblet-Prades. En unos cuantos kilómetros estamos en la T-700 y desde allí encontraremos un desvío a nuestra derecha, marcado con una cruz de término, que nos llevará por una pista asfaltada durante unos 3 kms.hasta la Casa Forestal de Castellfollit e inicio de nuestra ruta por el Bosque Micológico Pintado.


Una vez allí, o recomendable incluso antes ya que el lugar está más masificado de lo que sería de esperar, tendremos que aparcar el coche y emprender el camino a pie. Hay una bonita aunque húmeda zona de pic-nic con mesas y bancos de piedra justo al lado del último parking.


Pasamos al lado de la Casa Forestal, bordeamos la cadena que impide el paso de vehículos y en pocos minutos encontramos el primer cartel que nos indica el inicio del itinerario nº4 y que nos adentra en el bosque para descubrir, a poco de caminar, la primera seta llamada Pie de Rata.


En un desvío a la izquierda de lo que malamente podríamos llamar el sendero encontramos la segunda seta, en este caso la Oronja Verde o más conocida por todos como Amanita Phalloides, dicen que mortal porque nosotros no lo hemos comprobado :)
Destacar que en cada enclave hay una pequeña base de madera anclada en el suelo que es el punto ideal para tener la mejor vista de cada seta y el puzzle que las componen los diversos troncos. Recomendable agacharse ligeramente para "encajar" todas las piezas, detalle que imaginamos el autor Genís Colell tuvo en cuenta cara a los más pequeños.


Retomaremos la senda principal, la cual nos lleva casi siempre en ascenso hasta que dejemos atrás el bosque y aparezcamos de nuevo en la pista forestal. Nos dirigimos a nuestra derecha unos cuantos metros hasta divisar en lo alto la tercera seta, la Negrilla o Fredolic y un poco más adelante, cuando encontremos un desvío y unas escaleras en la roca a nuestra izquierda, veremos la cuarta seta. En este caso se trata de la apreciada Amanita Cesarea.


Vista ésta tenemos que retroceder hasta el punto donde salimos del bosque. ¡OJO! porque ahí viene el lío. En principio hay un itinerario corto y otro largo, asegurando que es indiferente recorrer uno u otro ya que en ambos se ven las seis setas que tiene el bosque. Pues bien, creemos que eso no es exactamente así ya que para encontrar la 5ª y la 6ª setas deberíamos seguir en descenso por la pista un buen trecho, desandar de nuevo hasta el inicio, meternos en el bosque y a poco que bajemos encontramos un desvío a la izquierda hacia la Casa Forestal.
Queremos deducir que ese es el teórico camino corto ya que nosotros, una vez vista la quinta seta llamada Parasol, situada a la derecha del camino y un poco en alto.....


.....y a pocos metros de ella también la sexta y última, el Níscalo o Rovelló, decidimos seguir la pista forestal ya que habíamos descendido bastante y consideramos absurdo volver a subir para coger el desvío del bosque. Eso siempre con la esperanza de que habría alguna ruta que enlazara por donde veníamos nosotros y que nos llevara hasta nuestro punto de salida. Pero ya os adelantamos que de eso nada, tanto por la distancia que recorrimos finalmente como por el tiempo invertido en ello.


A pesar de esta información confusa, no nos arrepentimos en ningún momento de "suponemos" haber escogido sin saberlo la ruta larga ya que el paisaje, los cambios en la vegetación y las pequeñas cascadas que fuimos encontrando a nuestro paso valen la pena el caminar un poco más, siempre en suave descenso y terreno muy llano. Sin ninguna prisa debimos tardar unas 3 horas aprox.y calculamos que el recorrido corto debería realizarse en la mitad, tampoco sin esfuerzo.


Una escapada bastante sencilla a la naturaleza con el aliciente de ver las curiosas pinturas en los troncos de los árboles. Como decimos muchas veces, "hay gente para todo" pero obviamente, si no fuese así no podríamos ir nosotros detrás a disfrutar de un día genial respirando aire puro.
¿Y recordáis quien vivía dentro de setas? Pequeños y azules.....en efecto, los Pitufos. Aquí os dejamos nuestra aportación musical un poco a nuestro rollo.

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