Beget: un pueblo de cuento

Casi en la frontera con Francia encontramos la aldea de Hänsel y Gretel.....¡¡ups!! tampoco nos columpiemos, aunque bien se podría definir Beget como un auténtico pueblo de cuento.

Prácticamente aislado de la civilización y accesible por una estrechísima carretera de montaña, parece más el decorado para una película fantástica que no un pueblo real, con dos restaurantes y otros servicios.



Realmente en la actualidad es más un destino turístico y de segundas residencias, a pesar de lo relativamente complicado de su acceso. No queremos ni imaginar cómo debe ser un invierno aquí para sus aproximadamente 25 habitantes.

Las construcciones son típicas de montaña, de piedra y se distribuyen a lo largo de dos riachuelos, unidos ambos lados por sendos puentes, uno de los cuales se estima fue construido en el S.XIV.
En la parte más antigua del pueblo destaca la iglesia de San Cristobal, alrededor de la cual se fueron construyendo el resto de casas, algunas, éstas en la parte baja, realmente idílicas, con preciosos jardines y esculturas.



Es lo que se llama literalmente "un lugar para perderse". Os recomendamos encarecidamente que si algún día visitáis la Alta Garrotxa, por la zona de Camprodon, os acerquéis a visitar Beget. No decepciona.