"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

25 de noviembre de 2017

Neanderthal o cromagnon? Les Coves de l'Espluga


Una de nuestras últimas escapadas del año ha sido a las sorprendentes cuevas que encontramos en la población tarraconense de l'Espluga de Francolí, cuyo nombre proviene de spelunca (cueva, en latín). Y si tuviéramos que destacar algo concreto se nos haría harto difícil ya que no son las típicas cuevas llenas de estalactitas o bien con formaciones llamativas; todo lo contrario, son más bien austeras y creo que eso es lo que las realza ya que gracias a ello, nuestros antepasados, ya desde el paleolítico, las habitaron de forma asidua.


No confiéis mucho de las fotos ya que está prohibido hacer dentro de las cuevas y encima teníamos una guía en exclusiva para nosotros tres, con lo cual era casi imposible el desmarcarse un poco.
Imaginarnos compartiendo el mismo espacio que una tribu de neanderthales es una sensación especial y curiosa. Rememorar sus duras condiciones de vida en todos los sentidos y pensar que una cueva como esa debió ser más que un lujo para ellos nos cuesta de asimilar.


De gran anchura y buena altura, al menos en las salas del principio, y con una temperatura estable todo el año de aprox.15/16º, ofreció a sus habitantes cobijo y protección durante siglos, acrecentado con el descubrimiento del fuego, el invento de útiles, herramientas y armas, etc...muchas de las cuales fueron encontradas en las excavaciones que se hicieron posteriores al descubrimiento de las cuevas.


Hay que decir que muchos años atrás, el río Francolí circulaba subterráneo por dichas cuevas hasta que los sedimentos llegaron a taponar su curso y como el agua siempre busca una salida, terminó produciéndose la rotura de la roca hacia lo que actualmente se considera su nacimiento.
A pesar de ello, hay puntos dentro de las cuevas en los que aun se pueden contemplar pequeños estanques y cascadas que forman el río.


Las dos cuevas conocidas hasta la fecha son la de la Font Major, que por su nombre es la que discurre bajo las aguas del río y la de la Vila, que es la que se sitúa por debajo del pueblo. Inicialmente no se comunicaban pero con los años se excavó un pasadizo que consiguió unirlas.
En la primera sala podemos ver una curiosa formación que se ha dado en llamar "la mamella" (la mama), debido obviamente a su peculiar forma.


La parte final de la segunda empieza a reducir sensiblemente su altura y es porque nos vamos acercando al nivel freático y justo allí empezaría una segunda visita, más técnica, en la que enfundados en trajes de neopreno y durante unas 3 horas, nos sumergiremos en las frías aguas hasta llegar al primer sifón y seguir descubriendo esta maravilla de la naturaleza.
Queda pendiente para otro día con más calma.
Podéis ver todas las opciones y reservar vuestras entradas en la WEB de las cuevas.
De vuelta al exterior podemos contemplar muy cerca de nuestra visita, el nacimiento exterior del río en la Font Major, precedido por unos antiguos lavaderos y amparado desde lo alto por una imagen de la Mare de Deu del mismo nombre.


Justo al lado, en la plazoleta de los Gozos podemos descansar un ratito en un curioso banco de piedra de inconfundible estilo, el mismo de la preciosa casa situada justo al lado y que recuerdan sin duda alguna al genio de Gaudí.

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