Escapada de sábado por la tarde, muy cercana para nosotros y en principio sin mucho misterio, extremo el cual varió de forma sustancial al buscar más información al respecto del lugar, sobre todo después de la visita.
Lo que simplemente parecía una torre de guardia abandonada, posterior nido de ametralladoras y usada justo al lado actualmente como punto geodésico (propiedad del Estado, ¡ojo a dañarlo!), resulta que años antes, no allí si no en la construcción que existe a pocos metros, se habilitó debajo de un saliente rocoso una inmensa galería de tiro. Pero empecemos desde el principio.
Procedentes de la autovía A-2, Lleida-Barcelona, encontraremos una rotonda que nos indica a la izquierda Els Alamús. Justo salir de dicha rotonda, giramos a mano derecha y cogemos un buen camino de tierra que nos da la sensación que circulamos contra-dirección a la carretera que queda a nuestra derecha.
Recorridos unos 500m.giramos a la izquierda y siguiendo el camino entre campos de cultivo sin perder de vista la torre, llegaremos a unas construcciones en ruinas. Justo allí podemos dejar el coche y empezar a ascender, lo que nos llevará no más de 5 minutos, de fuerte pendiente, eso sí.
Una vez en la cima vemos lo que la gente del pueblo llama la Torre de la Moradilla, como os decía al principio muy deteriorada, imaginamos que después de soportar algún asedio militar, ya que su alrededor está plagado de, primera sorpresa de la tarde, trincheras, pasadizos y refugios subterráneos comunicados entre sí, en bastante mal estado y aunque algo protegidos, de caer dentro tendríamos algún que otro problema.
Cuando ya creíamos haber visto todo lo que había que ver, por simple casualidad vimos un saliente rocoso a pocos metros de donde nos encontrábamos y siguiendo un estrecho sendero, nos acercamos hasta él. Segunda sorpresa de la tarde; justo debajo de la roca se había construido una inmensa galería de tiro perfectamente camuflada, a la cual se puede acceder por ambos lados.
Se apreciaba también un pasadizo que parecía acceder a un nivel inferior pero estaba derruido y creímos inaccesible. Una verdadera lástima.
Pudimos apreciar en ambas entradas dos placas en que se hace referencia al constructor de la fortificación, por desgracia en bastante mal estado debido al vandalismo.
Una anécdota que descubrimos en días posteriores fue que dicha construcción se aprovechó para rodar algunas escenas de la película La Fiel Infantería, de 1959, veinte años después de su uso real y mucho menos dramático que éste.
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