"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

8 de septiembre de 2014

Faunia ¡menuda animalada!

Ya que por culpa de una boda......estooo digo, que gracias a que teníamos que comprar billetes de AVE para asistir a una boda en Madrid el viernes por la tarde, buscamos con mi pareja algún plan interesante y divertido para pasar el resto del fin de semana, en especial para que no se aburrieran nuestros dos peques. Y hay que reconocerle todo el mérito a ella al proponer la idea de visitar Faunia.



Y eso que yo me había quedado un poco a la expectativa al explicarme ella que era un zoo pero.....no un zoo al uso ya que se podía ver gran variedad de animales, muchos de los cuales incluso sueltos y que se podían tocar y darles de comer, pero que en todo el recinto no veríamos ni leones, ni elefantes, ni gorilas ni nada parecido. ¡Ni un "triste" chimpancé que llevarse a la boca! Todo lo que veríamos serían animales digamos que de tamaño medio y pequeño.






Con estas expectativas hacia allá que nos fuimos el sábado a media mañana, con buena temperatura pero sin llegar a hacer un calor insoportable, lo cual en una visita así se agradece muy mucho.
Como ya habíamos adquirido previamente las entradas en la web del parque (www.faunia.com) a un asequible precio de 16,90 cada uno, pudimos saltarnos una pequeña cola en las taquillas y acceder directamente a los tornos.
Un detalle a destacar es que ese precio se consigue con una tarifa especial llamada Flexi por compra anticipada 7 días antes de la visita y que sirve para ese día o cualquiera de los 7 siguientes, cumpliendo las condiciones de la oferta y que los niños pagan tarifa reducida HASTA LOS 8 AÑOS (ejem ejeemm no se si me explico.....)
Una vez dentro de las instalaciones, la mejor forma de recorrer todo es seguir los indicadores de "itinerario recomendado" y unas flechas rojas pintadas en el suelo a tal fin. Con eso solo tendremos que desviarnos ligeramente para entrar en algún hábitat o ir a los bares allí ubicados pero enseguida podremos recuperar la ruta ideal.





La verdad es que destacar una zona sobre otra se nos hace harto difícil ya que todas están realmente cuidadas en su ambientación, limpias y con carteles explicativos. Quizás por lo curiosa que resulta la de los animales nocturnos, donde nos divertimos intentando encontrar a cada animal en cuestión; por su recreación fidedigna, la de los pingüinos y animales similares, muy cerca de la cual pudimos contemplar un león marino hembra a punto de parir.



Otra zona realmente espectacular es la del Amazonas, con sus papagayos, varias especies de aves poco vistas y sobre todo un apartado, cerrado del resto y accesible solo en pequeños grupos, en el cual pasamos a cohabitar directamente con un montón de monos titi, auténticos funambulistas en sus lianas de aquí para allá sin parar, atentos a cualquier cosa que les llamase la atención y podernos sisar al menor descuido, aunque la guía ya nos había prevenido de ello antes de entrar.



Aunque dicho así todo parecería perfecto, hubo algunos detalles bastante criticables. Dejando de lado la nefasta relación calidad-precio de los restaurantes del parque (está permitido entrar comida del exterior), el día que estuvimos debió coincidir con alguna convención de avispas ya que tuvimos que comer de pie y huyendo literalmente de la zona de mesas porque nos devoraban. Entendemos que es algo difícil de controlar pero vimos fácilmente varios avisperos en árboles cercanos que el servicio de mantenimiento podría exterminar sin excesivos problemas.
Otro detalle, más que negativo fue de falta de tacto con los clientes, sucedió en el parking. Llegamos a la barrera de salida y un operario nos indica que hay que pagar antes, en las mismas taquillas de la entrada. Hasta ahí bien; damos la vuelta, abonamos los casi 5 del estacionamiento y cual fue nuestra sorpresa que al llegar de nuevo a las barreras.......!éstas ya estaban levantadas! Suspenso a la que nos cobró el parking sabiendo que a esa hora se daba vía libre y suspenso al de la barrera por no decirnos que no hacía falta retroceder, que las levantaba en segundos. Aviso para demás usuarios: ésto sucedió a las 18:30, al menos en horario de verano.

Salvando esos detalles, Faunia es una escapada muy recomendable para los que viven cerca de Madrid o como nos sucedió a nosotros, aprovechando cualquier viaje a la capital.


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