Si es que ellos mismos se meten en el "fregao" 😂. Y bien que hacen en aprovechar este famoso dicho español para dar a conocer su pequeña y encantadora ciudad. Otra cosa es que mucha gente no sepan exactamente de dónde proviene la frasecita de marras. Os lo contamos rápidamente sin entrar en detalles muy escabrosos: todo viene del reinado de Felipe el Hermoso y Juana la Loca y del hecho de que el monarca, muy fiel él y detallista donde los hubiere, se llevaba sus amantes lejos de la ciudad para no ser pillado por su esposa. Las subÃa a una de las torres de su castillo y con la "excusa" de mostrarles Cuenca desde allÃ, éste las penetraba desde atrás en la postura "del perrito".
Reyes aparte, obviamente lo más renombrado de la ciudad son las Casas Colgadas que, bueno, sÃ, son curiosas el par o tres que quedan pero siendo sinceros, otros enclaves como p.ej.Castellfollit de la Roca los vimos igual de espectaculares y curiosos. Ello no es óbice para echarse una caminadita por el casco histórico, todo peatonal, hasta llegar a ellas, contemplarlas y de paso ver también el Puente de San Pablo que está justo al lado, desde donde tendremos unas vistas aun más impresionantes.
Aprovechando que visitamos las casas, justo en una de ellas se encuentra el Museo de Arte Abstracto, de entrada gratuita y en el que podremos contemplar desde pinturas y esculturas de ese estilo hasta fotografÃas de la España antigua realmente llamativas, curiosas y hoy en dÃa escandalosas.
Si desandamos lo andado, nos encontraremos de vuelta en la Plaza Mayor donde, en uno de sus laterales, podremos visitar la Catedral de la ciudad. Además de lo obvio que podemos contemplar en un edificio religioso, éste alberga en sus sótanos una llamativa exposición de iconos religiosos, dignos de ver con calma ya que algunos son auténticas filigranas.
De vuelta al exterior y justo enfrente de la Catedral, encontramos otro elemento tÃpico de Cuenca como son una serie de curiosos edificios pintados con llamativos colores tierra, amarillos, etc...que podemos ver a lo largo de la plaza y sus calles colindantes.
En la parte más elevada del casco antiguo encontramos las ruinas del castillo de la ciudad con apenas un par de muros y el Arco de Bezudo justo al lado. Hacemos un inciso para deciros que está prohibido aparcar en toda la zona (excepto residentes) hasta justo el citado arco. Pasado éste tendremos prácticamente la salida de la ciudad, aun con varios restaurantes, bastante aparcamiento gratuito y un solar habilitado para ello.
Estuvimos alojados en unos apartamentos llamados Los Ojos de la Mora, a lo cual no dimos inicialmente mayor importancia, hasta que lo leÃmos por internet y después de mucho buscar, resulta que los tenÃamos justo detrás de nuestro alojamiento, en la montaña de enfrente. ¿Qué de que os hablamos? Pues en las fotos lo veréis...
Muy muy curioso que alguien pintara esos ojos aprovechando esas cavidades en la roca. Si supiéramos la historia que lo envuelve os la contarÃamos pero...
Y ya para finalizar nuestro viaje, el último dÃa nos acercamos a disfrutar de unas preciosas vistas en las Hoces del Júcar. RÃo, puentes y pequeñas cascadas a pocos kilómetros de Cuenca. ¡Un auténtico lujo!
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