"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

15 de mayo de 2022

Albarracín: tan bonito como concurrido (1ª parte)


Si de un pueblo se ha escrito largo y tendido, entre otros obviamente, ese es Albarracín, en la provincia de Teruel. Considerado uno de los más bonitos de España, es visita obligada si estamos por la zona y si no, ¡se va aposta! Sea como sea, no nos arrepentiremos.
Aunque parezca extraño, éramos los primeros que aún no lo habíamos visitado por lo que decidimos aprovechar un fin de semana largo y dedicar tres días al pueblo y sus alrededores.
Albarracín está perfectamente encajado en lo alto de un peñón, en el espacio que le dejan grandes riscos que en su tiempo ejercieron como protección.


Típicas construcciones de media montaña, con calles adoquinadas, por las que muchísimos años atrás debieron transitar pesadamente caballos y carros con su carga a cuestas.
Si ascendemos por la primera calle a la izquierda que nos encontramos justo entrar al pueblo después del túnel, siempre en pendiente, llegaremos a la Casa Azagra, imposible pasársela de largo ya que es la única con sus paredes pintadas de azul, lo cual la hace destacar sobremanera del resto de viviendas, la mayoría de color rojizo. Actualmente es un alojamiento turístico.


Pero si una casa destaca por sí misma y es la más fotografiada de Albarracín, esa es sin duda Casa Julianeta, construida en el S.XIV en un ángulo completamente agudo entre la calle Santiago y el Portal de Molina.
Es una construcción realmente curiosa ya que, al pasar a su lado, nos da la sensación que se nos va a caer encima. Ello lo provoca el hecho de que las plantas bajas son más estrechas que las altas.


Actualmente es propiedad del Gobierno de Aragón y se destina como vivienda y lugar de trabajo para artistas. Oficialmente, al ser viviendas particulares no se puede visitar pero tampoco cuesta nada llamar al timbre y preguntar ¿no?
Un pequeño truco: si queréis la mejor foto os tendréis que situar en el Portal de Molina, en el arco abierto en la muralla.


Desde la parte más baja del pueblo podemos ver la Catedral, que destaca desafiante entre las casas bajas ya que se construyó en una elevación rocosa del terreno. La actual edificación se inició en 1572 sobre las ruinas del anterior templo románico del S.XII que allí se ubicaba.


Y para finalizar esta entrada, aunque podríamos añadir varias recomendaciones más, os hablaremos del Castillo y la muralla que protegía antiguamente a Albarracín de posibles ataques. Este sistema se compone realmente de tres castillos: el principal, el de Doña Blanca y el del Andador, queremos suponer unidos todos ellos por la muralla que se puede apreciar desde el pueblo ya que, justo al lado de la catedral ya empieza parte de esa protección.


En próximas entradas os contamos el resto de nuestra escapada. ¡No os lo perdáis!

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