"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

30 de octubre de 2019

Tibidabo no es solo atracciones

Que si hablamos del Tibidabo a todos nos viene a la cabeza el parque de atracciones de Barcelona, el más antiguo de España, eso es indiscutible. Miles de personas lo visitan cada año para disfrutar de sus instalaciones, mezcla de modernidad y clasicismo nostálgico. 
Pero lo que la mayoría obvian son justamente los alrededores del parque. Ubicado en la Serra de Collserola, hay multitud de actividades que realizar y sitios que visitar, algunos poco conocidos para el gran público. Intentaremos detallaros algunos de ellos.


Consejo antes de seguir: tema aparcamiento. El párking del propio parque está completo prácticamente siempre así que, bonos especiales aparte para los de Barcelona, os recomendamos dejar el coche abajo en Vallvidrera y allí coger la línea 111 del bus (2,20€). Hay varias paradas sin pérdida posible y nos dejará arriba justo en la plaza principal. Sin duda compensa.


Primero y por proximidad, nos acercamos a visitar el Templo del Sagrado Corazón de Jesús. Imponente en la cumbre de la montaña, podemos distinguir en él tres partes claramente diferenciadas: la cripta en la zona más baja, la iglesia propiamente dicha justo encima y por último, la estatua de bronce del Cristo Redentor que corona todo el conjunto, con los brazos abiertos, que siempre nos ha recordado al de Río de Janeiro por motivos obvios.


Su fachada nos traslada, salvando las distancias, a la malograda Notre-Dame de París aunque tanto el interior de la cripta como el de la iglesia no destacan excesivamente ni por su arquitectura ni por sus pinturas.


Lo que sí destaca, y mucho, son las vistas que podemos gozar desde el mirador que tenemos justo antes de entrar. Visión privilegiada de la Ciudad Condal y si el tiempo y la polución :( acompañan, también de varias millas mar adentro.


En uno de los laterales de la iglesia encontramos la "ermita primitiva", erigida según reza una pequeña losa de mármol en honor a la visita de San Juan Bosco a la ciudad de Barcelona.
Actualmente se reduce a lo que podéis ver en la foto: una especie de gran "relicario" con una pequeña imagen en su interior.


Después de entrar en la zona de atracciones hasta donde se puede de forma gratuita y tomar algo en el atestado restaurante de la plaza mientras esperamos el bus, llegamos de nuevo al coche y enfilamos la subida otra vez aunque más o menos a mitad de recorrido, nos desviamos a la izquierda en dirección a la Font de la Budellera, una zona verde y de picnic no muy cuidada pero aun así agradable para comer y pasar un buen rato de calma disfrutando del paisaje y el profuso verdor. Parece increíble que estemos a contados kilómetros de Barcelona.


Dividida en tres niveles, la fuente propiamente dicha la encontramos en el más alto. De éste cae hasta el del medio, donde hay otra y una pequeña explanada que enlaza con unas escaleras de piedra a ambos lados que nos llevan a la parte más baja. Seguimos viendo los distintos surtidores, con la Torre de Collserola al fondo.....


.....y de ahí, desde la tercera fuente, por un pequeño canal practicado en el piso, baja el agua hasta una pequeña glorieta donde termina filtrándose entre las piedras. Un lugar donde descansar un ratito antes de emprender de nuevo la subida.


Y como es lógico, no nos podemos olvidar de uno de los emblemas de la ciudad y el cual, como os decíamos, tenemos a pocos metros de nosotros: la torre de comunicaciones de Collserola. Diseñada por Norman Foster e inaugurada con motivo de los JJOO de Barcelona'92, es un auténtico prodigio de ingeniera y arquitectura, con una altura de 288 metros que si ya da vértigo verla desde abajo, no queremos ni pensar lo que debe ser verla desde arriba.

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