Ecoparque El Juncaral: ¡¡de todo y más!!

Desde luego para quemar adrenalina es el lugar idóneo. En nuestra estancia de unos días por el Pirineo oscense tuvimos la oportunidad de acercarnos al complejo del Ecoparque el Juncaral, próximo a la población de Villanua, entre Panticosa y Jaca, un espacio lúdico-deportivo en el que se puede practicar multitud de actividades al aire libre.

Por lo que vimos, si no se reserva con antelación tenemos todos los números para quedarnos sin poder realizar la actividad que deseemos ya que, según el día, se forman colas relativamente importantes. Así que os dejamos el enlace a su página WEB para que reservéis con tiempo y evitaros el tener que improvisar sobre la marcha.
Las opciones son varias y diversas: desde rutas en bici eléctrica a descenso en tirolinas pasando por practicar el tiro con arco o un intenso "laser-combat".

Nosotros íbamos a disfrutar en concreto de la ruta en kayak que se realiza por un antiguo canal de riego reacondicionado para su uso lúdico. Este canal presenta diferente profundidad según la zona, lo cual resulta algo engorroso ya que en algún punto los remos chocan contra el lecho de éste.
Todo lo contrario que sucede con la anchura, ya que en casi todo el recorrido gozamos de una media de un par de metros, más que suficientes para que circulen los kayaks con fluidez.

Al llegar hacemos el check-in en la caseta de información y nos indican que vayamos hacia la zona del lago, que es desde donde parte la ruta. Es un pequeño estanque circular que supusimos se destina también a navegar con barcas o canoas, pero al menos durante nuestra estancia no vimos movimiento alguno en él.

Allí el monitor nos hace las explicaciones oportunas de lo que nos vamos a encontrar, cómo remar en función de si hemos escogido kayak individual o doble y nos equipa con chalecos salvavidas, más por normativa que por necesidad pero bueno, nunca se sabe. ¡Y a los remos!
Subimos en sendas canoas y partimos hacia nuestra izquierda para empezar el recorrido. Durante éste, de poco menos de 1 hora, estaréis acompañados de toda suerte de fauna, desde renacuajos y libélulas hasta algún pequeño ratoncillo que se pasea por el borde del agua, sorprendido (o no) de tanto navegante.

En varios puntos existen unas rampas mecánicas que nos elevan o nos hacen descender a otro nivel del canal. Tan solo tenemos que encarar nuestra canoa en ellas con la ayuda de unas cuerdas dispuestas a ambos lados para tal fin y la maquinaria hará el resto.
En resumen, un lugar perfecto para un día de diversión y aventura para todas las edades.