Nuestras aventuras y desventuras, al igual que el inefable caballero Don Quijote, nos llevaron de nuevo a La Mancha, más concretamente a la población de Campo de Criptana, una pequeña localidad de Ciudad Real, cuna de personajes tan célebres como Sara Montiel o el director de orquesta Luis Cobos.
Pero la verdad que ni uno ni otro fueron el leit-motiv de nuestra escapada, si no ver molinos, muchos molinos, los mismos contra los que luchaba sin éxito nuestro personaje en la obra más famosa de la literatura española.
Ese era el motivo principal y el segundo, dedicarnos un buen homenaje en el restaurante Las Musas (WEB), un local fantástico situado en la misma ladera donde se encuentran los molinos, con una cocina exquisita y un precio medio/alto, aunque sin excesos para la calidad que allí se sirve.
La verdad es que uno no es consciente de la magnitud de este tipo de construcciones hasta que los ve de cerca. No nos sorprende ahora que nuestro hidalgo, dentro de su demencia, los confundiera siglos atrás con gigantes de largos brazos porque sin hacer volar demasiado nuestra imaginación, se nos aparecían justo como tales.
Además de la loma de los molinos que, obviamente, es el principal atractivo de la localidad, si nos decidimos a pasear un ratito por sus calles podremos encontrar rincones verdaderamente encantadores, de auténtico pueblo manchego para el cual el tiempo prácticamente no ha transcurrido.
También podremos ver una estatua en recuerdo de su oriunda más famosa, como decíamos al principio: la reconocida por todos y famosa actriz y cantante Sara Montiel, ubicada en una calle que lleva también su nombre. Podemos también visitar el Museo dedicado a ella en el Molino Culebro.
Un recorrido por la España profunda, reviviendo parte de nuestra historia, tanto la real como la imaginaria y reflejada negro sobre blanco. Aunque los desplazamientos entre poblaciones acostumbran a ser largos, vale la pena subirse al coche y visitar pueblos tan típicos como éstos.
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