"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

30 de agosto de 2011

Aquopolis La Pineda

Este pasado fin de semana disfrutamos de Aquopolis, el gran parque acuático ubicado en La Pineda, muy cerca de Salou y a tiro de piedra de Port Aventura.
Hay que reconocer que donde haya instalaciones de tal calibre y diversidad, que se quite todo lo demás, incluído (o sobre todo) un día en la playa. Es el lugar perfecto para ir con los críos que, a poco que les guste el agua, se volverán simplemente LOCOS. Reconozco que hacía muchísimos años que no visitaba un parque acuático y que, al menos éste, me sorprendió un poco tanto por las medidas de seguridad como por la organización: un socorrista, o varios según la atracción, siempre alerta para controlar que la gente respetase las normas de seguridad, se apartase de las zonas de caída de los toboganes, etc etc... siempre a golpe de pito, algo que se hizo habitual durante todo el día que pasamos allí.
Mención también para los colaboradores de algunos de los toboganes, más que atentos y super-simpáticos, lo cual empieza a ser por desgracia, rara-avis entre la gente joven. Hubo una bajada en concreto en que yo personalmente fuí el último usuario y menos hacerme un monumento, lo demás, todo! Desde "give me five" hasta preguntar como lo habíamos pasado o esforzarse en que mi flotador bajase dando más vueltas de lo habitual (gracias..... supongo).

En lo referente al parque en sí, había atracciones para todos los gustos. Las más tranquilas para que los peques pudiesen disfrutar del agua a tutiplén, como el Mini Park y la Isla del Tesoro, situados en el centro del Lago Orinoco, simulando un castillo lleno de tubos y toboganes por los que deslizarse hasta el agua y una isla respectivamente.


Luego pudimos disfrutar también de otras algo más subidas de tono, como los típicos 6 toboganes de largo recorrido y caida más o menos suave, el Speed Race


cinco hidrotubos entrelazados que en algún tramo se adentran en la montaña en el llamado Zig Zag


o bien bajar con los flotadores en los Rapids (ya nos disculpareis pero las fotos no salieron y la imagen está tomada de la página web del parque)

   

Y recomendables antes de comer (o desaconsejables a los aprensivos), las atracciones más radicales, en las que reconocer que había que echarle un par, en especial el Boomerang, al cual yo no me subía ni loco. Ahí se debe tener la sensación más parecida a despegar ya que los flotadores, a media caída, se veía perfectamente como se levantaban ligeramente de delante y eso tiene que encastarte el estómago en la garganta.


Otras que también tenían tela pero que sí probamos eran el Huracán, tres hidrotubos por los que te deslizas dando tumbos a toda velocidad por dos de ellos y uno de ellos termina en caída libre al agua!


el Black Hole, dos hidrotubos de gran circunferencia por los que se baja sentado en flotadores de dos plazas, con la sensación de que al llegar al final no podrás frenar de ninguna forma humana y la caída al agua es espectacular (otra vez las fotos a tomar viento......o agua)

   

Para mi gusto una de las atracciones más originales de las que disfrutamos fue el Splash, que son dos toboganes en paralelo que parten de una altura de unos 10 mts.desde la cual los usuarios se tiran sentados encima de una especie de trineos planos, especiales para esta atracción, la cual al tener una caída muy vertical adquieren una velocidad endiablada. Sólo deciros que la piscinas de recepción tiene unos 40 mts.y a pesar de esa distancia, muchos (supongo que al pesar poco) se pasaban totalmente donde terminaba el agua y aterrizaban en el pavimento, sin ningún daño físico lógicamente. Fantástico!


Justo enfrente de la citada anteriormente, nos encontramos con Kamikaze, dos toboganes que descienden en paralelo, con diversas variaciones en su inclinación que más que frenarte, aun te hacían salir más disparado hacia la siguiente bajada y así hasta llegar al chapuzón final en la piscina receptora.


Para descansar un poco de tanta adrenalina campando a sus anchas por nuestras venas, nada mejor que reposar en el Blue Lagoon, lo que vendría a ser una piscina normal o dejarse mecer por las olas en Waves Beach, donde varios motores simulan el oleaje del mar, aunque en agua completamente dulce.


Y siempre nos quedará el espectáculo de los delfines y el leon marino, a las 12h y a las 16h.en punto. Dura unos 25/30 minutos y es realmente increible lo que pueden llegar a hacer estos animales y el trato que tienen para con los humanos.


Os dejo el enlace a la página web del grupo, ya que tienen parques repartidos por toda la geografía española y alguno que otro en el extranjero.

Además, si estudias bien las ofertas, días, etc... se pueden conseguir precios realmente interesantes. Para este viaje en concreto, conseguimos un vale-regalo en McDonalds con el cual, con una entrada de adulto en taquilla, teníamos una de niño gratis. La otra de adulto la compramos por internet también a precio reducido, con lo que el coste total se vio sensiblemente reducido. Una experiencia totalmente recomendable.

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