"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

15 de enero de 2021

Castellfollit de la Roca: cualquier día.....

Cruzar el puente, mirar hacia arriba y pensar "cualquier día esto se cae", es todo uno.
En nuestra prácticamente primera escapada decente post-(semi)-confinamiento nos acercamos a visitar esta curiosa y bonita población de Girona llamada Castellfollit de la Roca, que sin entrar en semántica profunda, su nombre no sorprende en absoluto porque en catalán castell y foll/follit sería castillo y loco; lo de la Roca ya cae por su propio peso (esperemos que no...)
Nos imaginamos como si muchos años atrás algún loco hubiese construido un castillo en lo alto del risco basáltico y de ahí hubiese derivado su nombre, cosa la cual no podemos comprobar pero ¿quién sabe?


Historietas aparte, vamos a lo que nos ocupa. Como las calles son super-estrechas, os recomendamos dejar el coche bien a la entrada del pueblo o tomar la calle principal (sic...) en dirección al mirador Josep Pla. A pocos metros, a nuestra izquierda encontramos un solar destinado a parking.


Ya que nos quedaba a tiro de piedra, llegamos hasta el final de la misma calle hasta el citado mirador, desde donde pudimos contemplar una auténtica panorámica poco menos que de 360º del valle que rodea la población y haciéndonos una idea de por donde tenía que discurrir nuestra ruta para disfrutar de la vista que deseábamos conseguir.



Retrocediendo sobre nuestros pasos, bajamos a nuestra izquierda siguiendo un pequeño indicador que nos llevó fuera del pueblo, por un camino empedrado en constante bajada. Antes nos detuvimos en la pequeña iglesia de Sant Salvador (S.XIII), casi pegada al mirador, aunque la encontramos cerrada, supusimos porque en la actualidad es una sala de exposiciones.


Llegamos a un punto en que parece que se tiene que seguir recto pero el rótulo indica otra ruta. El instinto (y un señor que pasaba...😃) nos dijeron que teníamos que seguir a nuestra izquierda, en dirección a los puentes, como así era.
Un curioso puente ondulado de madera nos llevará al otro lado del río desde donde tendremos la mejor de las panorámicas para contemplar Castellfollit.


Después de un buen rato embobados mirando y pensando cómo narices se pueden sostener aun esas viejas casas a más de 50m.de altura encima del risco, emprendemos la subida hacia el pueblo, bordeando una serie de huertos hasta alcanzar la carretera.
Tras un pequeño tramo por ella, sin mucho peligro, en el lado derecho podemos acercarnos, solo eso, a ver los restos de un antiguo puente, ahora destruido en su mayor parte.


Cruzamos de nuevo a la izquierda para acceder a unas escaleras talladas en la roca que nos llevarán directamente al centro del pueblo de nuevo. Antes de emprender la marcha, nos tomamos algo en una de las cafeterías de la Plaça Sant Roc para disfrutar de la Torre del Reloj, con su campanario y reloj en su parte superior y una pequeña fuente en su base.

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