Fantástico parque
temático dedicado al mundo de los dinosaurios y a la prehistoria en general,
que encontramos en el polígono Los Planos, a las afueras de Teruel. ¿Cómo
llegar hasta allí? Pues difícil dar indicaciones para todos pero lo que es
seguro es que llegareis por la autovía A-23 y a la altura de Teruel capital ya
encontramos una salida que indica Dinopolis.
Podemos consultar
cualquier detalle del complejo en su web www.dinopolis.com, al tiempo que comprar las entradas pertinentes.
Hay que reconocer que no son precisamente baratas pero, aunque nos costó
bastante encontrar ofertas de algún tipo, finalmente en Urbancheck conseguimos
adquirir entradas con el 50% de descuento. Tan ardua búsqueda tuvo finalmente su
recompensa.
Justo delante de la
entrada tenemos un inmenso aparcamiento, por lo que no tenemos que preocuparnos
por el coche. Nosotros llegamos allí a las 10, hora de apertura, y sin haber
excesiva gente, ya se había formado algo de cola. No quiero ni imaginar lo que
puede ser eso un día de máxima afluencia.
Una vez cambiados los tickets, accedemos al gran hall que alberga además de un
par de espectáculos, el Rocabar y la Dinotienda (por la que se pasa sí o sí
antes de la salida…..). En la planta superior encontramos el teatro de
marionetas y un gran restaurante, ese día cerrado, imaginamos porque estaba
abierto el de la parte exterior.
Solo entrar ya te indican
que puedes visionar un corto de animación en 3D y justo al lado acceder al
Viaje en el tiempo, que en principio suena a poco pero resulta ser un recorrido
en una vagoneta cerrada que recorre la historia desde el Big Bang hasta la
extinción de los dinosaurios, relatando su lenta pero constante evolución.
Justo salir de allí accedemos a una pequeña visita guiada por el taller
(auténtico) de recuperación de fósiles que alberga el complejo, un espacio
realmente curioso y que te lleva a imaginar las horas que se deben pasar allí
dentro los científicos, inmersos en su minucioso trabajo.
La consecuencia de dicho
trabajo la podemos contemplar acto seguido en las diversas salas del Museo
Paleontológico, con una ingente cantidad de fósiles expuestos y mastodónticas
reproducciones de esqueletos de dinosaurios.
Una vez terminada esa zona nos dirigimos a visitar toda la parte exterior del recinto, algunas de marcado carácter lúdico como la Paleosenda y la Sima y otras más de exposición, como Tierra Magna, con un dino de unos 6 o 7 metros de alto por fácilmente 25 de largo. ¡Espectacular!
Muy divertida la pequeña
obra de teatro que se representa en T-Rex, donde una paleontóloga novata y
despistada explica a través de un sueño su relación con una mamá Rex, una reproducción animatrónica realmente fascinante.
Justo al lado podemos
disfrutar de la atracción El último minuto, en la que unas barcas de madera nos
llevan por un canal de agua, explicando la aparición de las primeras especies
animales en la tierra hasta llegar a nuestros días, con unas muy conseguidas
reproducciones animadas de personajes y animales a ambos lados.
Muy cerca de allí
encontramos el simulador 4D Terra Colossus, un pequeño teatro con butacas
móviles según la simulación que se proyecte. En nuestro caso vimos la del
Safari, con los consiguientes saltos en nuestros asientos, frenazos, etc…
Quizás fue cosa mía pero eché en falta más calidad en las imágenes.
Y como no podía ser
menos, en una esquina del parque encontramos el Sauriopark, una pequeña zona de
atracciones para niños con unas cuatro instaladas para su disfrute. Tanto
éstas, así como el resto del parque, están bastante destinadas para niños de
hasta 12 años aprox. Mayores de esa edad les puede gustar, obvio, pero no lo
disfrutarán tanto como los más pequeños.
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