"EL VIAJERO QUE REGRESA NUNCA ES LA MISMA PERSONA QUE ERA ANTES DE IRSE"

15 de octubre de 2022

Una vuelta al Estanque de Banyoles



Muchos hemos oído hablar, por no decir todos, del famoso Estany de Banyoles, pero quizá pocos nos hemos acercado a visitarlo, ya sea por distancia u otros motivos. Nosotros mismos, estando a un par de horas, hacía más de 40 años que no lo visitábamos. Y la verdad que uno se pierde mucho ya que esta cuenca lacustre de origen kárstico es la más extensa del país y un centro de actividades de lo más variadas, lógicamente todas relacionadas con el agua. Cabe recordar que Banyoles fue sede olímpica en Barcelona'92.


El estanque tiene una superficie de unas 112 h.y una profundidad máxima de unos 45 metros aunque se han detectado puntos de surgencia en los que se calculan unos 120 m.
Toda la afluencia de agua proviene casi en un 90% del subsuelo y solo el 10% restante de rieras superficiales.
Si damos la vuelta al lago, cosa que nos llevará un buen rato, encontraremos una serie de casetas de un estilo muy peculiar, como minúsculos palacetes, que imaginamos deben ser de registro de las aguas o algún control parecido.


Como es de suponer en un hábitat como éste, la variedad de flora y fauna es riquísima. Nos llamó especialmente la atención lo acostumbrados que están los patos de la zona a la presencia humana. Les pudimos hacer fotos casi a su lado y ni se inmutaron. Si no hubiese sido por molestarlos, casi diríamos que se hubiesen dejado tocar.


Justo al lado del estanque podemos aprovechar para visitar, creemos que de forma concertada, el Parque Neolítico de la Draga, un asentamiento agro-ganadero de los más antiguos de la Península, donde podremos ver recreaciones de viviendas de esa época y nos enseñarán cosas tan cotidianas por aquel entonces como hacer fuego, la talla de instrumentos y armas en sílex, etc...


Si una vez en Banyoles queremos aprovechar el viaje y visitar un enclave curioso, podemos tomar la misma carretera en dirección Olot y Mieres. A los pocos kilómetros encontraremos un desvío que nos llevará a les Estunes, unas curiosas grietas en el suelo por las que podremos colarnos sin demasiados problemas. Hay un pequeño claro donde aparcar y justo enseguida encontramos lo que buscamos.


Cuenta la leyenda que en esas grietas habitaban las "goges", lo que serían hadas, totalmente ajenas al mundo de los mortales e invisibles a nuestros ojos. Sólo a aquel que desee entrar para siempre en su reino de palacios rocosos se le abrirá la tela invisible que lo oculta.

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