Pues no, no era aragonés si no catalán y bien catalán pero no nos negaréis que viendo las formas que se dieron a los adosados que conforman esta pequeña urbanización en La Puebla de Alfindén, a pocos kilómetros de Zaragoza, tienen todo el toque del tristemente desaparecido genio de la arquitectura.
Se trata de tres hileras de casas adosadas, de unos cuantos años ya de antigüedad, pero construidas de tal forma que llamaron la atención desde el primer día y la siguen llamando muchos años después. Nos enteramos de su existencia podríamos decir que de casualidad y allá que fuimos. Desde luego que curiosas son un rato largo y algunas mejor conservadas que otras, como pasa siempre.
Nos extrañó que no hubiese una normativa en lo que sería la comunidad vecinal para mantenerlas lo más originales posible ya que vimos más de una con las escaleras embaldosadas, etc...que rompían la singular estética de estos edificios. Si estáis cerca de Zaragoza, acercaros a verlos porque no defraudan. ¡Hasta pronto!
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